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Cómo gané dinero con mi pasión por la moda

Desde que era pequeña tenía una gran afición por la ropa, la combinaba de diferentes formas, le pedía a mi mamá que me comprara ciertas cosas que para ella resultaban un poco extrañas, pero reconozco que siempre me apoyo, conforme fui creciendo fui dejando de lado esa pasión, estudié una carrera en diseño gráfico y comencé un trabajo de oficina, pero mi gusto por las tendencias textiles nunca se esfumó del todo. 

Un día que navegaba por la red me topé con Britos Jeans, ya conocía sus pantalones de mezclilla, incluso algunos de mi clóset eran de esta marca, pero lo que leí me motivó muchísimo, conocer que tenían una venta de pantalones al mayoreo me llevó a pensar que podría iniciar mi propio negocio, por supuesto, me daba un poco de miedo, yo tenía mi trabajo y no podía arriesgarme dejarlo para emprender, pero esta opción sonaba interesante. 

Para empezar, no tenía porqué dejar mi trabajo, al contrario, eso podría ayudarme a tener clientes, no tenía que invertir en un local comercial que aumentará el riesgo de pérdida y lo mejor de todo, se trataba de algo que siempre me había gustado, la moda. 

Así comencé, hice mi primer pedido de pantalones al mayoreo y me publicité en redes sociales, así como en grupos de Whatsapp, al final de cuentas, no perdía nada. De repente ya estaba agendando citas, después de mi horario laboral para llevar los jeans y que se los probaran, no cabe duda que hacerlo en un entorno familiar, como la propia casa de los clientes genera un ambiente distinto, cada visita era una venta segura. 

Poco a poco los primeros clientes me empezaron a recomendar con sus familiares y conocidos y tuve que hacer otro pedido más grande pantalones al mayoreo, mis ingresos se convirtieron en un perfecto complemento de mi sueldo con mi trabajo de oficina y no tenía por qué descuidarlo. Adicional a la venta de los jeans, agregué otras prendas con las que también cuenta Britos Jeans, como blusas, playeras, chalecos, chamarras y ropa para niños, tenía para toda la familia, eso me ayudó a vender más y en una sola visita generar interés de todos los que ahí vivían. 

Todo iba funcionando bien  hasta que me dieron más responsabilidades en la oficina, ya no tenía tanto tiempo para mis citas para mostrar las prendas, fue frustrante, porque me di cuenta que ese negocio era mi verdadera pasión, así que decidí hacer cuentas y me percaté que ya estaba ganando lo mismo que en mi trabajo de oficina, tomé el riesgo y renuncié, claro al principio fue difícil, ya que tenía dos ingresos y solo me quedé con uno, pero tuve el tiempo para dedicarle más al negocio, usé mis conocimientos en diseño gráfico, mi pasión por la ropa y agregué el servicio de cambio de imagen personal.  Quién iba a pensar que la compra de pantalones al mayoreo me iba a llevar a tener un negocio donde puedo desarrollar mi pasión y ganar dinero.

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